Protocolo de comunicación KNX
KNX o Konnex está formada por tres compañías que aparecieron a principios de los 90, las cuales son: EIB, EHS, BatiBUS. Su especificación está basada en la especificación de EIB completada con los mecanismos de configuración y medios físicos nuevos originalmente desarrollados por BatiBUS y EHS. La misma cumple con los requisitos de la norma internacional ISO/IEC 14543-3, y hoy en día se considera el estándar domótico unificado en el Mercado Europeo, y compatible en la actualidad entre más de 110 marcas europeas del sector eléctrico.
El sistema está basado en un bus de dos hilos de control que recorren toda la instalación, a los cuales se conectan toda una serie de dispositivos de mando y control, tales como teclados, sensores físicos, actuadores, internet, celulares inteligentes, entrada binarias o visualizadores. Una vez instalados estos dispositivos, se programan a través de un ordenador PC conectado en cualquier punto del bus, de forma que cada dispositivo almacena en su propia memoria las funciones que ha de realizar. De esta forma, no es necesario ningún elemento central, con lo cual se simplifica considerablemente el cableado y se aumenta la fiabilidad del sistema al delegar la inteligencia en cada aparato.
La interfaz es operativa en diferentes medios de comunicación, par trenzado (TP), radiofrecuencia (RT), corrientes portadoras (PL) e ip/Ethernet (IP KNX), además de la posibilidad de conectividad con otros sistemas de transmisión de datos, como pueden ser redes informáticas, línea telefónica o fibra óptica.
Su topología puede ser variada, soportando la configuración en estrella, anillo, bus, o una combinación de ellas, evitando siempre los bucles. Además el sistema Instabus KNX-EIB, es el bus de instalación europeo, que nos permite la integración más optima del sistema tanto en prestaciones, como en simplicidad de instalación.
Dentro de este orden de ideas, las ventajas o puntos fuertes que posee este protocolo son:
- Compatibilidad: por ser un protocolo abierto, existe una libertad de elección de un amplio número de fabricantes KNX.
- Potencia: permite la conexión de más de 12.000 componentes en una misma instalación, para automatizar una gran cantidad de funciones.
- Flexibilidad: es un sistema fácilmente ampliable, modificable y adaptable a reorganizaciones de los espacios.
- Simplicidad de instalación: solo requiere la instalación de una única línea de comunicación (BUS).
- Versatilidad: puede conectarse a otras redes de datos y servicios, así como a centros de control exteriores.
- Interworking: los productos que son etiquetados con la marca registrada KNX, están obligados a “hablar y comprender” el lenguaje KNX, es decir, son capaces de interpretar correctamente las señales, los bits y los bytes analógicas que van sobre el medio de transmisión que los conecta, como se establecer en las especificaciones KNX.
- Una única herramienta que es independiente de la aplicación y del fabricante llamada: “Engineering tool Software” permite el diseño, la implementación y la configuración de la instalación que posea productos certificados KNX.
En cuanto a los puntos débiles que posee este protocolo están:
- Seguridad: Si se pincha el cable de BUS de una instalación se puede acceder a ella y leer los telegramas.
- Manejo: El ETS es muy robusto por lo cual no es sencillo de manejar, no se pueden simular situaciones pre programadas, no está orientado a objetos con los que se pueda interactuar (recibir información y poder ser enlazada con eventos, botones,…). Se han creado herramientas complementarias al ETS (ej: Facility web) o softwares de visualización (ej: KN2 o EDOMO) para interactuar con el sistema de manera más sencilla, pero aún queda mucho por hacer en las siguientes generaciones de software.
- Costo: Los productos KNX suelen ser por lo general costosos en comparación con otros productos de automatización y control.